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Reflexión seguro: la diferencia entre tener y no tener

Cuando todo va bien, el seguro parece “extra”

Cuando el día a día fluye, un seguro puede parecer un gasto prescindible. Pero la diferencia real se nota cuando aparece el imprevisto: una fuga de agua, un golpe tonto con el coche, un incendio en la cocina o un robo en el trastero. Si te paras un minuto, esta reflexión seguro que te suena: “mientras no pase nada, todo está bien; el problema es cuando pasa”.

El seguro no es un talismán. Es una herramienta para reducir el impacto económico y emocional de situaciones que, por probabilidad, antes o después nos tocan. La clave no es pagarlo “por si acaso”, sino entender qué cubre, qué no, y qué nivel de respuesta tendrás cuando lo necesites.

Un ejemplo cercano: la fuga en el piso de Oviedo

Imagina que vives en Oviedo, en un edificio de los años 70. Un sábado por la tarde se rompe un latiguillo del baño y se inunda tu piso y el de la vecina. Hay que cortar agua, llamar a un fontanero, secar, reparar techos, pintar, gestionar la reclamación de la vecina y resolver quién paga cada cosa.

  • Con seguro adecuado: llamas, te atienden, envían fontanero, peritan daños, te coordinan con la vecina y te dan un plan. Pagas franquicia si la hay y haces seguimiento por la app o con tu corredor. En pocos días, todo encaminado.
  • Sin seguro o con cobertura mínima: haces tú las llamadas, adelantas dinero, discutes responsabilidades, te peleas con facturas y presupuestos. Si la vecina reclama, te enfrentas a un coste que no tenías previsto.

La diferencia no es solo el dinero. Es el tiempo que pierdes, el estrés, y la incertidumbre de si estás haciendo lo correcto.

Coberturas que marcan la diferencia

En el hogar, coche, comercio o vida, hay coberturas que, cuando toca, justifican la póliza. Estas son algunas que conviene revisar:

  • Daños por agua: fugas, roturas de tubería, filtraciones accidentales. Ojo a exclusiones por falta de mantenimiento.
  • Responsabilidad Civil: si causas daños a terceros (la vecina, el peatón, el coche de otro). Es donde se concentran los sustos grandes.
  • Defensa jurídica: abogados y gastos de reclamación. Muy útil en conflictos con proveedores o vecinos.
  • Asistencia 24/7: abrirte la puerta si te dejas las llaves en Gijón a las 2 a.m., remolque si te quedas tirado en la AS-II camino de Siero.
  • Fenómenos atmosféricos: viento, lluvia intensa, pedrisco. En Asturias no es extraño que un temporal te dé un susto en el tejado o cierre.
  • Robo y hurto: en vivienda, trastero o negocio; atención a límites por joyas, efectivo o herramientas.
  • Daños eléctricos: subidas de tensión que queman electrodomésticos o equipos del negocio.

Lo que suele no estar incluido

Evita sorpresas revisando estas exclusiones habituales:

  • Mantenimiento y desgaste: una caldera vieja que falla por uso no es “siniestro”.
  • Humedades por condensación: muy comunes en zonas húmedas; no siempre cubiertas.
  • Filtraciones por mal sellado: si la obra estaba mal hecha, puede excluirse.
  • Objetos sin justificar: si no puedes demostrar propiedad y valor, habrá problemas.
  • Uso profesional en vivienda: si trabajas con herramientas o stock, puede requerir cobertura específica.

Precio vs coberturas: el equilibrio sensato

Todos miramos el precio, es normal. El truco está en entender qué recibes por cada euro. Antes de mirar precio, haz esta reflexión seguro: ¿qué pasa si mañana tengo un siniestro? ¿Cuánto tiempo y dinero me ahorraría una póliza bien cerrada?

Busca equilibrio: no necesitas “todo al máximo”, pero sí estar protegido en lo que más te duele. Si vives en Avilés en un piso con instalación antigua, quizá priorizas daños por agua y eléctricos. Si tienes una casa en Llanes, mira fenómenos atmosféricos y responsabilidad civil ampliada por árboles o cierres.

Mini checklist antes de contratar

  • Haz una lista rápida de riesgos reales: agua, robo, coche, negocio, alquiler.
  • Valora capitales: contenido (muebles/electrodomésticos) y continente (paredes/instalaciones).
  • Pide límites y franquicias por escrito y léelos con calma.
  • Comprueba defensa jurídica y asistencia: quién, cómo y cuándo.
  • Si alquilas o eres propietario, define responsabilidades con la comunidad.
  • Pregunta cómo se gestiona un siniestro y tiempos medios de respuesta.

¿Banco, aseguradora directa o correduría local?

Cada canal tiene pros y contras. Lo importante es que entiendas la diferencia en independencia, comparativa y acompañamiento.

Opción ¿Compara varias? ¿Acompaña en siniestros? ¿Condiciona otros productos?
Banco No, suele ser una o pocas Limitado A veces sí (hipoteca, cuenta)
Aseguradora online No Autogestión por app/telef. No
Correduría local Sí, varias compañías Sí, te defiende y gestiona No

En una correduría de Asturias, además de comparar primas y coberturas, te dicen con honestidad dónde puedes recortar y dónde no, según tu realidad: piso en Gijón, casita en Laviana, negocio en Siero o segunda residencia en la costa.

Consejos prácticos “muy de aquí”

  • Agua y humedad: en zonas con lluvias frecuentes, revisa sellados, bajantes y tejado. Aporta fotos si pides revisión de capitales.
  • Electricidad: si tu edificio en Oviedo o Avilés es antiguo, confirma cobertura de daños eléctricos y límites por aparato.
  • Trasteros y garajes: en garajes comunitarios, mira límites por robo de bicicletas o herramientas.
  • Segunda residencia: si pasas temporadas fuera, exige detección temprana de fugas o servicios de inspección.
  • Negocios: si tienes bar o tienda, revisa pérdida de beneficios y responsabilidad civil ampliada por terrazas o repartos.

Qué hacer hoy aunque no contrates

  • Haz fotos y lista básica de lo que tienes (muebles, equipos, herramientas).
  • Comprueba llaves de paso, cuadro eléctrico y estado de mangueras.
  • Pregunta en tu comunidad qué cubre el seguro comunitario y qué te toca a ti.
  • Guarda facturas o tickets de lo valioso; te evitarán discusiones.

Tu tranquilidad se construye antes del siniestro

La tranquilidad no es pagar más, es pagar por lo que realmente necesitas. Una buena póliza se nota en el momento crítico: te orientan, te explican y se mueven por ti. Y ahí la diferencia entre tener y no tener es enorme.

Si te bloquea decidir, no estás solo. Para eso estamos: traducir coberturas, ajustar capitales y elegir con sentido. Una buena reflexión seguro, con alguien que te acompañe, vale más que diez presupuestos incomparables.

¿Tienes dudas? Te lo miramos sin compromiso. Escríbenos por WhatsApp o llámanos. Arroyoastur, tu correduría de confianza en Asturias.