Durante el verano, el aumento de desplazamientos genera un mayor número de domicilios vacíos. Esto crea una oportunidad para los ocupas, quienes suelen favorecer las casas vacías de bancos debido a las penas más leves y procedimientos de desalojo menos efectivos. A pesar de que en 2022 los juicios por ocupación ilegal disminuyeron en un 22%, los niveles continúan siendo altos, superando incluso los registros de 2019.
Albert Olcina, abogado de ARAG, destaca que la penalidad por ocupar una casa bancaria vacía es de hasta seis meses. Sin embargo, la ocupación de una vivienda particular puede conllevar hasta dos años de prisión.
Si te enfrentas a una ocupación ilegal, lo esencial es actuar rápidamente. Presenta una denuncia policial y solicita que identifiquen a los ocupantes. Según Olcina, si los ocupantes no pueden demostrar que residen legalmente o no responden en cinco días, el tribunal exigirá su desalojo. Este procedimiento es válido tanto para viviendas principales como secundarias.
Cuando los ocupantes presentan pruebas de su residencia, se complica el proceso de desalojo. En estos casos, Olcina sugiere dos vías. Para las viviendas principales ocupadas, la vía penal es la más rápida. Para otros casos, se recomienda la vía civil.
La prevención es crucial. Olcina aconseja fortalecer la seguridad del hogar, como instalar alarmas. Cuanto antes se denuncie una ocupación, más rápido se podrá resolver. También hay pólizas como ARAG Ocupación Ilegal, que cubren los gastos legales, ofreciendo un respaldo adicional a los propietarios.