En España, aunque no es obligatorio hacer un testamento, se recomienda encarecidamente. Este documento no solo asegura que nuestros deseos se cumplan en cuanto al reparto de bienes, sino que también previene posibles conflictos entre los herederos y simplifica los trámites legales.
A menudo, las personas evitan hablar de herencias por el mal augurio que asocian con la muerte. Sin embargo, ser previsor y dejar todo bien atado evitará futuros problemas y tensiones familiares. Si no se hace testamento, la ley será la encargada de distribuir los bienes según un orden de parentesco, lo que puede derivar en disputas y complicaciones.
Realizar un testamento es especialmente importante para quienes no tienen herederos directos, ya que, en ausencia de este documento, sus bienes pueden acabar en manos del Estado. El proceso es sencillo y económico, costando menos de 50 euros. Solo es necesario acudir a un notario con el DNI y expresar cómo se desea repartir el patrimonio. Además, ahora también se puede hacer online con servicios como los de Helvetia Seguros, que facilitan la redacción con la ayuda de un abogado.
Es fundamental que el testamento sea claro y preciso para minimizar las posibilidades de conflicto. El testador tiene la libertad de modificar el testamento tantas veces como desee, siempre que lo haga ante notario. No obstante, el testador debe respetar la parte de la herencia reservada por ley a los herederos forzosos (descendientes, ascendientes y cónyuge).
Si una persona fallece sin testamento, sus bienes se distribuirán entre sus hijos a partes iguales. Sin embargo, mediante este documento, el testador puede ajustar el reparto, respetando siempre la porción mínima que le corresponde a cada heredero.
El testamento también permite proteger al cónyuge. Aunque, por ley, solo le corresponde 1/3 de la herencia en usufructo si hay descendientes, el testador puede asignarle una mayor dotación económica para garantizar su bienestar.
Además de repartir bienes, el testamento ofrece la posibilidad de dejar constancia de otros deseos importantes, como la custodia de los hijos menores, detalles sobre el funeral o el reconocimiento de hijos ilegítimos.