El envejecimiento poblacional en España presenta un panorama económico en transformación, con los mayores de 55 años emergiendo como un segmento demográfico fundamental. Representando el 34% de la población actual, se espera que este colectivo alcance los 21,4 millones de personas en dos décadas, según el informe «Monitor de Empresas de la Economía Sénior 2023» del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre. Sin embargo, solo el 36% de las empresas planea desarrollar estrategias dirigidas específicamente a este grupo en los próximos cinco años, incluyendo productos, servicios y campañas de marketing adaptadas a sus necesidades.
El estudio revela que, aunque el 46% de las empresas ya ofrecen soluciones para los seniors, solo un tercio ha realizado estudios de mercado para comprender sus requerimientos específicos, y apenas el 18% ha destinado recursos a proyectos de I+D enfocados en este segmento. A pesar de esta participación actual, la previsión de crecimiento en la atención hacia los mayores no parece aumentar significativamente a futuro.
Los sectores más activos en la atención a las necesidades de los mayores incluyen el asegurador, asistencia sanitaria, farmacéutico, gran consumo, banca, distribución, comercio y transporte, asociando el envejecimiento principalmente con cuidados y asistencia, experiencia y conocimiento, y como un desafío empresarial. Sorprendentemente, el principal motor detrás de la implementación de estrategias dirigidas a seniors es el desarrollo de negocio, por encima de la Responsabilidad Social Corporativa o la competitividad, vinculándose mayormente al modelo B2C.
Curiosamente, más del 40% de la facturación de las empresas encuestadas proviene de este público, destacando la importancia de los baby boomers y la generación X en la comercialización de productos y servicios, y sugiriendo una orientación creciente hacia esta demografía en el futuro. Este enfoque contrasta con las expectativas de crecimiento centradas en los millennials, aunque la generación X sigue siendo el principal foco de las políticas de comunicación.
Este escenario subraya la necesidad de una mayor atención y adaptación empresarial hacia las necesidades del creciente colectivo sénior, proponiendo un replanteamiento estratégico que abrace plenamente las oportunidades que este mercado ofrece. La economía sénior no solo representa un segmento demográfico en expansión sino también una fuente vital de ingresos y crecimiento para las empresas que sepan aprovechar su potencial.
