Durante el verano, se incrementan las posibilidades de que una vivienda sea ocupada ilegalmente debido a las vacaciones de los propietarios. A pesar de una disminución del 22% en los juicios por ocupación ilegal en 2022, los niveles siguen siendo altos. Según ARAG, los ocupas suelen elegir las viviendas deshabitadas de los bancos debido a las menores penas y dificultades para desalojarlos.
Albert Olcina, abogado de ARAG, explica que «ocupar una casa vacía de un banco tiene una pena máxima de seis meses, mientras que ocupar una vivienda privada puede llevar a dos años de cárcel».
Si te enfrentas a una ocupación ilegal, el primer paso es denunciarlo a la policía y solicitar que identifiquen a los ocupantes. «Si los ocupantes no pueden demostrar que viven legalmente en la propiedad o no responden en cinco días, el tribunal ordenará su salida inmediata», señala Olcina.
Si los ocupantes presentan justificación de residencia, hay dos vías para desalojarlos. «Si se trata de la vivienda principal y se denuncia de inmediato, se puede optar por la vía penal, que es más rápida», indica Olcina. Para otros casos, la vía civil es la más apropiada.
La prevención es la mejor estrategia para evitar la ocupación ilegal. Olcina sugiere la instalación de un sistema de alarma para facilitar una rápida denuncia. También existen pólizas, como ARAG Ocupación Ilegal, que cubren los costos legales asociados a la resolución de estos conflictos, que de otro modo recaerían en el propietario.