Finalizar los pagos de tu hipoteca es un alivio financiero y un logro personal significativo. No obstante, es crucial realizar un último trámite: la cancelación registral de la hipoteca en el Registro de la Propiedad. Aunque muchos consideran que con el último pago concluye el proceso, esto no refleja la realidad legal de la propiedad.
La cancelación registral es diferente a la económica; esta última ocurre al saldar la deuda, mientras que la registral es el acto formal que elimina la hipoteca del Registro de la Propiedad. Sin este paso, la Nota Simple seguirá mostrando la vivienda como hipotecada, lo que puede traer complicaciones futuras.
Importancia de la Cancelación Registral
La cancelación registral es crucial por varias razones:
- Libera la Propiedad: Cancelar la hipoteca permite que la propiedad quede libre de cargas, facilitando la contratación de nuevas hipotecas o créditos.
- Aumenta el Valor Patrimonial: Una propiedad sin cargas posee un valor patrimonial superior, favoreciendo al propietario en términos de solvencia.
- Facilita la Venta: Al vender, los compradores buscan propiedades sin hipotecas. Aunque es posible vender sin cancelar la hipoteca, se recomienda hacerlo para simplificar la transacción.
Proceso de Cancelación
Para cancelar la hipoteca, es necesario presentar la escritura de cancelación y la documentación pertinente en el registro, incluyendo la liquidación del impuesto de transmisiones patrimoniales si aplica. Aunque se puede contratar a un gestor, hacerlo personalmente puede ahorrar hasta 500 euros, y no es complicado si se siguen los pasos adecuados.